Carta de amor de un socialista.
Te amo como no he amado a nadie en mi vida. Porque eres para siempre, porque me haces tan feliz, en fin quisiera uno explicar por qué te amo tanto, y en realidad lo maravilloso de ello es que no lo puedo explicar. Quiero que estés para siempre a mi lado, porque no hay nadie como tú. Hoy me siento especialmente feliz. Tengo dos pasiones en esta vida; una eres tú, y la otra es la política. Cariño, sabiendo que cada cosa ocupa su lugar.
¿Sabes tú que amo mis ideales casi casi tanto como te amo a tí? Todo ello es tan bonito... Y yo soy tan feliz... a tu lado... Dentro de nada vamos a elegir las corporaciones municipales y los gobiernos autonómicos. Quiero decir que estamos en plena campaña. Quedan exactamente ocho días para el 27 de mayo. Y tú sabes que lo vivo, no con interés, sino con emoción, con pasión, que hasta soy pesado de tanto periódico, tanta radio, tanta internet, blogs y otras cosas. No sabes cuántas veces he llorado en mítines. No sabes qué satisfacción me produce, como hoy mismo cuando bajaba a Madrid a trabajar, decirle a la chica de la gasolinera que le pido el voto para los socialistas. Y siento que mi sonrisa ilumina mi cara...
Siento que el Partido Socialista es para mí, nada más y nada menos que un instrumento que sirve para hacernos la vida mejor. ¿Y sabes tú que satisfacción da saber que has pedido el voto, y que has conseguido que gente que no votaba o que votaba a otros, vaya a votar a aquél que tú le aconsejaste? A mí me ha ocurrido. En el trabajo... en la familia...
Amor mío, te pido el voto para el PSOE. Sé que es difícil convencerte. Para ello siempre podremos tener conversaciones, tu podrás ver mi blog... Pero te puedo decir algo que sólo a tí te puedo decir: amas a un socialista íntegro, que se emociona al escribir estas palabras; que mis manos que te acarician, son manos trabajadoras, que mis labios cuando te besan, son unos labios rojos por los que salen a diario esas ideas en forma de voz que tengo aquí arriba, en lo más importante de todo: este cerebro, esta cabeza librepensadora, laica y socialista que te ama.
No olvides nunca que cuando me admires, admiras a un socialista; que cuando me mires, miras a un socialista, que cuando me acaricies , acaricias a un socialista... una persona que te ama, porque sólo a las cosas bellas y buenas se les puede amar, como tú y como mi partido.
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