El último verano de Rajoy

 ¿Pondrán a Rajoy a trabajar con los Lunnis? ¡Pobres Lunnis!

Parece que por fin ha llegado de verdad el calor de verano, y entre ésto y las vacaciones, la vida política toma un ritmo de ralentí, a pesar de que Acebes siga ladrando y Zaplana rebuznando, a la par que Rajoy sigue perdiendo fuelle constantemente hasta desinflarse del todo. He insistido, y lo seguiré haciendo, en que Rajoy pasará a la historia política española como don Antonio Hernández Mancha, al cual muchos de los actuales peperos no recuerdan ya que fue presidente de Alianza Popular, y al cual Aznar sucedió hace ya unos años.

A veces me imagino a don Mariano acudiendo a votar en las próximas generales con una papeleta del PSOE en su mano, como la única cosa inteligente que pudiera hacer en muchos años, puesto que aparte de ser bueno para nuestro país, serviría para poner un granito de arena más a su autoinmolación política. Ello acelerará el proceso de renovación que el pepé necesita, quitando a este pelele de Aznar y poniendo a alguien mucho más bravo al frente del partido opositor, alguien de la talla de Ignacio Astarloa o Vicente Martínez Pujalte (Jesús, vaya tropa)...

Vamos, que ayer alguien a mi alrededor lamentaba un futuro triunfo de Zapatero en las próximas legislativas, y por estar en un círculo en el cual me hallaba en franca minoría y por no echar leña al fuego, callé que a Rajoy, en las próximas elecciones, le van a dar hasta en el carnet de identidad, o sea, que tendremos Zapatero para otros cuatro añitos seguro. Mucho gracias a sus aspectos positivos. Y mucho gracias al líder de la oposición.