El Madrid socialista
Simancas ganar no habrá ganado, pero tiene, y ha tenido a lo largo de estos años, un comportamiento intachable. Dimite el secretario general del PSM pocos días después de que anunciara que no se volvería a presentar a las elecciones autonómicas. Los socialistas madrileños estarán dirigidos por una gestora hasta que se convoque un congreso que, probablemente, será extraordinario. A su vez, a mi entender, la actitud de Miguel Sebastián ha sido también la apropiada.
Ahora se abrirá una nueva etapa en nuestra federación donde se analizarán los posibles errores y su no reincidencia. Una cosa está clara, y es que todo el mundo sabe que no está bien como se están seleccionando los candidatos que representan a los votantes socialistas. Hay personas de sobrada solvencia en el ayuntamiento de Madrid que retroceden un puesto cada vez que se aproximan las elecciones en espera del nuevo nombramiento. Por citar algunas pongo el ejemplo de Oscar Iglesias y por supuesto Pedro Zerolo. A su vez se hace sentir cierto descontento en la militancia por los métodos de elcción de los candidatos.
En cuanto a las reacciones suscitadas, grima da Acebes y sus declaraciones de niño gótico protestón y repelente. Además, ¿por qué titubea al hablar? Pobres Gallardón y Aguirre. Sólo triunfan gracias a sus adversarios y sus errores. Vamos, que no ganan por ellos mismos. Según el vocero popular se debe a que Zapatero estropea o hunde todo lo que toca, incluso sus propios proyectos. Alguna paparrucha así dijo ayer. Pero ¿cómo puede ser tan memo este hombre? ZP debe darle las gracias por el éxito obtenido en Canarias. Y por cierto, no le ha ido tan mal desde el catorce de marzo de 2004... Él ha sido el único político en la historia de nuestra democracia que ha logrado que un gobierno pase de gobernar con mayoría absoluta a estar en la oposición.
Por lo menos nuestros dirigentes tienen la honradez de dimitir si fracasan, no como Marrano Rajoy, que hundió su propio partido bajándolo siete puntos en los comicios a los que se presentó y ahí está, dando lecciones de responsabilidad a los demás. Si es que...
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